PACTA SUNT SERVANDA decía
Ulpiano, es decir LOS PACTOS SON PARA CUMPLIRSE, de este modo el viento ha
cumplido el suyo. Amanece nublado, pero con el viento del este, lo que nos
favorece notablemente. A las seis pongo el motor en marcha y a las seis y media
las anclas están a bordo y tomando camino hacia el islote del Giglio. Los
colores del amanecer rápidamente se tornan oscuros. Avanzamos solo con las
velas, confío en llegar al romano puerto de Ostia en unas 24 horas.
El viento empieza a subir, tomamos
un primer rizo y unas vueltas a la génova, pronto se hace necesario el segundo
rizo y como llegamos a los 30 nudos, tomamos el tercero. También ponemos la
trinqueta y enrollamos la Génova, vamos con el trapo mínimo a más de siete
nudos, la espuma nos envuelve y ninguno ha salido seco de las maniobras.
Pensábamos pasar por el lugar en
el que naufragó el COSTA CONCORDIA, pero como el viento viene del ESTE, iremos
por el lado de sotavento de la isla.
Un barco de la Armada italiana
nos pasa por la popa. En el horizonte se recorta la isla de MONTECRISTO.
A las 11,30 estamos fondeados en
CALA CAMPESE, que es la playa mayor de la isla, resguardados del viento y del
mar. Hay una torre y un antiguo cargadero de mineral de hierro, ahora solo
urbanizaciones atraen visitantes.
Nos bañamos en un agua fresca y
clara, con un solo tibio y aire plácido. Comemos unas ricas judías que preparó
ayer Mariá y hacemos algo de tiempo para llegar al destino después de amanecer.
JOAQUIN
Llegamos a la isla Giglio donde
se disfruta de sol, playa y buen ambiente. Ahora para comer tomaremos el plato
típico de esta isla, huevos a la Schettino, pero como su artífice, estos se
muestran escasos, por lo que Mariá ha preparado unas alubias para poder
continuar la travesía con fuerzas renovadas.
MARIÀ
Lo de las alubias está por ver,
todavía no las han probado e igual me tiran al mar o pasan por la quilla.
Esta noche fondeados, la cuarta tormenta de este mes de Junio, de
verbena na de na.
Vamos a ver qué pasa con las
judías, ya os explicaré.
MARCELINO
MARCELINO
La tarde discurre plácida en el
fondeadero, buen baño antes de salir. El viento de popa nos lleva en volandas.
Pasta y huevos rellenos de cena para tener fuerzas para las guardias nocturnas.
CLARISA
Hoy comienzo mi relato con un
poema de Neruda
EL VIENTO EN LA ISLA
El viento es un caballo
óyelo como corre
por el mar por el cielo.
Quiere llevarme: escucha
cómo recorre el mundo
para llevarme lejos.
Escóndeme en tus brazos
por esta noche sola
mientras la lluvia rompe
contra el mar y la tierra
su boca innumerable.
Escucha como el viento
me llama galopando
para llevarme lejos….
óyelo como corre
por el mar por el cielo.
Quiere llevarme: escucha
cómo recorre el mundo
para llevarme lejos.
Escóndeme en tus brazos
por esta noche sola
mientras la lluvia rompe
contra el mar y la tierra
su boca innumerable.
Escucha como el viento
me llama galopando
para llevarme lejos….
Así comienza este poema y después
de una navegación trabajada y una lluvia intensa amanecimos en Punta Ala para
con un buen viento llegar a la isla de Giglio. Baño necesario y reconfortante,
siesta y preparación para otra larga travesía que nos dejará en OSTIA y que
supongo que después de tantas horas será la “hostia” el llegar hasta allí. Por
lo demás ambiente entrañable.
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