Hoy será nuestro último día de
navegación ¡cómo pasa el tiempo!
A primera hora voy a dar un paseo
por la islita, con ánimo de hacer algunas fotos aprovechando la mágica luz de
la alborada, mientras mis tripulantes duermen. No sé que me pasa en el barco
que me despierto tan pronto. Aprovecho para robar una foto “aérea” de la
prisión, que no podremos visitar, ya que es organizada. También una señora que
lleva flores de calabacín para vender. En resumen un paseo cuando la ciudad
empieza a despertar.
En la panadería me entero de la
matanza de turistas en Túnez, me invade una enorme pena por ese país, que tanto
me gusta. No sé si será posible volver a visitarlo y disfrutar de sus bellezas
y sus restos históricos. Ojalá encuentren el modo de salir de esta locura en la
que se ven envueltos los países musulmanes.
Una última mirada al pueblo desde
el mar con su puerto excavado en primer término:
La única escala será la isla de
ISCHIA del semítico Ischar’a (que significa negro) lo que da una idea del
origen de la isla, desde la que ya se contempla el famoso volcán Vesubio. Es la
más grande de todas las islas de esta zona. Las erupciones en ella duraron
hasta el siglo XIV. Mañana será Prócida y el puerto que mejor nos convenga
cerca de Nápoles.
El puerto principal está
emplazado en un antiguo cráter- Al otro lado de a ciudad, un castillo aragonés
la vigila desde un islote, si podemos fondearemos a sus pies. Un recuerdo de
cuando el Reino de Aragón enseñoreaba sus cuatro barras y según Roger de Lauria,
hasta los peces la lucían en sus escamas.
La mañana transcurre dulcemente,
sol suave, viento flojo en contra, cada uno se dedica a leer, dormir o
simplemente contemplar el mar. Yo oigo música clásica, hace tiempo que no lo
hacía de modo exclusivo, sin ser música de fondo. Repaso el viaje hasta ahora,
las personas que me han acompañado en estas tres fases; los sitios que hemos
visitado; las experiencias habidas; los problemas surgidos. En definitiva lo
que juntos hemos vivido y que luego cada uno rememorará según su propio
criterio. La fase C está cercana a su fin, de los actuales tripulantes solo
Barry y yo permaneceremos. Gracias a los que han participado en ella, como casi
siempre para mi ha sido muy fácil la labor de dirigir la nave con vuestra inestimable
colaboración. En cuanto al grupo humano, no podía haber sido mejor. Me siento
muy satisfecho.
Entramos en el puerto principal y
salimos tal cual, nos dirigimos al castillo, empieza a soplar un fuerte viento,
fondeamos tres veces el ancla de aluminio y tres veces garrea en fondo de
algas. Con el dingui fondeamos la de popa y parece que agarra, echamos también
la de cadena. Creo que con tres anclas puede soplar lo que quiera que no nos
moveremos. Como es sábado hay cantidad de barcos, esperemos que emprendan la
vuelta al atardecer.
Después de comer nos vamos de
visita al castillo. Nos pareció magnífico tanto por su emplazamiento como por
sus vistas. Prueba de ello son las fotos que adjunto.
MARIÁ
Por fin VENTOTENNE, esa pequeña
isla de la que me enamore en mi primer viaje por las islas del golfo de
Nápoles, que preciosa es, con el SULA un 45 pies , su capitán nos contó que en
la isla de enfrente Santo Stefano, donde hay un fuerte, estuvieron presos
los defensores de Barcelona contra el asedio
de Felipe V. que los quería bien lejos.
El capitán ya ha explicado su
peculiar puerto de la época del emperador Agripa, con pequeños boliches a su
alrededor también excavados en la roca volcánica, hay hasta incluso una
discoteca, que me informan está cerrada actualmente, una lástima era muy bonita
entrar per una pequeña puerta y en su interior un local inmenso.
El capitano nos trae unos
cornetos rellenos de mermelada y nos despierta a toda música.
CRISTINA
¡Qué rápido pasa el tiempo cuando
uno lo disfruta! Parece que era solo ayer cuando embarcábamos en Genova y ya
estamos a punto de terminar nuestra navegada por una de las zonas más bonitas
del Mediterráneo.
En cada uno de los viajes que he
vivido, siempre hay un lugar especial que uno guarda en su memoria, ya sea por
las circunstancias de ese momento, la gente con la que lo ves por primera vez o
bien por la propia naturaleza del lugar. En este viaje, ese rincón para mi
recuerdo será siempre la magnífica cala de Ponza que visitamos ayer. En ella se
juntaron muchos de los tres aspectos que he mencionado y que la han convertido
en este lugar mágico al que, si tengo oportunidad en alguna ocasión futura,
volveré.
Sin embargo cada día trae nuevas
sorpresas y a pesar de que hoy es sábado y el ambiente de fin de semana se ha
hecho notar en todas las calas que hemos ido dejando a nuestro paso hasta
llegar a la cala del Castillo Aragonés, la visita a esta imponente fortaleza ha
valido la pena desde la base hasta la cima. Incluída la monstruosa exposición
de los instrumentos de tortura, para los que no hay descripción que los
suavice.
Y para despedirnos de estas
Pontinas y de esta Fase C, nada mejor que dormir fondeados al pie de semejante
monumento con un viento en calma, un mar como un plato…. y una agradable
compañía. Pero todavía nos queda el colofón, asi que dejamos las despedidas
para dentro de un par de días.
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