martes, 30 de junio de 2015

Fase-D - Día 1



Amanece colorido. Hoy se marcharán todos los tripulantes de la fase C, menos Barry, las despedidas siempre son tristes, pero en este “perpetuum mobile” los intérpretes se van solapando en la interpretación de una partitura que se va desarrollando a medida que el viaje avanza.


Nosotros dos en unión de José Luis Baranda, que llegó ayer en coche (podremos utilizarlo para suministrar el barco) nos dedicaremos a ultimar detalles para que cuando por la tarde vengan Fernando y José Luis primero y Esther después, podamos zarpar para fondear frente a Nápoles.

LA FASE D HA COMENZADO.


Ya está el barco suministrado y las comidas listas. Nosotros duchados, el barco está preparado para recibir a sus nuevos tripulantes.
Llegan Fernando y José Luis Serrano sobre las cuatro. Esther lo hace a las ocho. Según llega, salimos de puerto. Cenamos fondeados frente a Puzzuoili.

lunes, 29 de junio de 2015

Fase-C - Día 14



Hoy será día de “turisteo” a primera hora se ha marchado Ximo a Nápoles para dejar sus cosas en el hotel que tenía reservado y alquilar un coche con el que recorreremos estas tierras “flégreas”.
Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. No hubo manera de encontrar un coche de alquiler, o mejor dicho sí, pero a 220 € por un día uno de siete plazas, lo que nos pareció una barbaridad. Comemos y nos vamos a Nápoles, la visita a esta parte del golfo deberá esperar otra ocasión. El puerto idóneo será el de PUZZUOLI, en éste no hay casi de nada. Está visto que las únicas ruinas que veremos serán las del templo de Venus, que están justo delante de nuestro barco.


Después de comer Barry, Cristina, Alfonso y Clarisa se van a Nápoles para dar una vuelta y encontrarse con Ximo, Mariá y yo nos quedamos en el barco, para descansar.
Después de la siesta, me he recuperado, así que decido ir a visitar el Museo Arqueológico, que en la ocasión anterior no me fue posible. El autobús tarda una hora, pero va pegado a la costa.

Es espectacular, ya que se exhiben varias de las piezas encontradas en Pompeya y Herculano, algunas de ellas únicas en su género. Hay esculturas, mosaicos y pinturas, además de un sinfín de otros objetos encontrados cuando se excavaron esas burbujas del tiempo que fueron las dos ciudades enterradas por el Vesubio. Lo mejor es que tampoco había mucha gente. Este es un pequeño resumen de lo visto:

 




 


 


 

 


 


 


 


 


 
 


 


 


 




Voy andando hasta la estación de autobuses recorriendo esta caótica ciudad, pero con tanta vida.
En la estación me encuentro a Barry, luego se suben al autobús el resto de los tripulantes menos Ximo que se quedó en el hotel. Al llegar al barco ya se ha incorporado José Luis Baranda, mañana lo harán el resto de la fase D.
Cenamos unos mejillones, de los que se producen en la zona que prepara Mariá.












MARIÀ

Una vez adecentado el Raw Prawn para la próxima tripu, me bajo del barco y me doy una vuelta por el pequeño pueblo de baia que tenemos a nuestro alrededor.
Los boliches que miran al mar, casi todos restaurantes carísimos, al otro lado por donde pasa la carretera, que parece el paseo de gracia de Barcelona todo es baratísimo, una birra uno cincuenta euros, lo nunca visto.
En un rato paseando solo ya he hecho varios amigos y recogido información valiosísima, como por ejemplo donde venden esos fantásticos mejillones, que vimos al llegar en las mejilloneras, muy diferentes a las bateas de España.
Esto promete.

domingo, 28 de junio de 2015

Fase-C - Día 13



Parece como si “alguien” hubiera querido hacernos un homenaje, de esos inesperados, que constituyen una sorpresa. Consistió en una sesión de fuegos artificiales al término de la cena, tal vez fuera para celebrar la magnífica tortilla de patata, calabacín y cebolla que nos hizo Marià. Fuera por el motivo que fuera, nos gustó ver esas chispas multicolores, que se reflejan en el mar frente a nosotros.



Tengo que corregirme, dije que ayer sería el último día de navegación, cuando en realidad será hoy, aunque como solo son unas siete millas, parece como si no contara.

Arribamos a la isla de PRÓCIDA, de cuyo puerto nos expulsa la GUARDIA COSTERA, no sin antes tomar algunas fotos.


 

Entramos en la marina para poner gas oil y seguimos rumbo hacia PUERTO MISENO, al volver la vista se ve el castillo que defendía el puerto:



En el cabo Miseno hay muchas mejilloneras que cuelgan de contenedores de plástico.


 


Entramos en el puerto Miseno, pero hay demasiados barcos fondeados y no nos gusta, optamos por la marina BAIOS, que recuerda el nombre del timonel de Ulises, Está bien, aunque algo cutre para los 75 € que nos cobran. Una fortaleza protege también la bahía.

 

Después de subir el dingui, lavar la trinqueta y otras cosillas, comemos pasta que prepara Clari con fungui porcini “boletus edulis” secos que compré en Génova. Luego toca siesta, ducharse y dar una vuelta por el pueblo para organizar un poco el día de mañana.



Por la tarde nos hacemos la foto “oficial” y de “uniforme” nos vamos a tomar una cerveza a una terraza desde la que tenemos vistas al castillo y al puerto.


Después vamos a cenar a un restaurante del puerto, la cena fue magnífica tanto por la comida por el ambiente. Una última copa en el barco y el día toca a su fín.