Mariá termina de hacer las comidas, Barry y Joaquín quitan
dos obenques para retirar la masilla vieja y reponer nueva, de modo que sean estancos
al agua. Una vez terminados los trabajos, con el tren, vamos a CAMOGLI, un
precioso pueblo de pescadores,
reconvertido en turismo sin perder nada de su encanto.
Se ve la bandera genovesa, que los ingleses pidieron poder
usar en el Mediterráneo por su prestigio (pagando claro) y que con el tiempo
devino en su propia bandera.
Volvemos al barco y esperamos que lleguen Cristina, Alfonso
y Clarisa, que lo hacen casi a las ocho, cenamos los ocho juntos, este fue el menú:
- Tar tar de atún
- Calamares encebollados
- Marmitaco de atún
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