A primera hora viene Juanjo y ponemos el “flamante” retrete nuevo, que
espero preste servicio muchos años y haga felices a muchos tripulantes. Nos
cuesta más de lo previsto, ya que hubo que cambiar:
- El interruptor, ya que estaba muy debilitado interiormente, se calentaba mucho y amenazaba quemarse definitivamente.
- Todos los tubos, ya que estaban invadidos de depósitos sólidos, eso debió ser la causa de que se estropeara la otra bomba.
Mientras se confeccionan los sables a medida de las velas y se ponen en
ellas, llamo a los dos mecánicos. Finalmente parece que se puede resolver: La
pieza está en el almacén y podría estar mañana o pasado en el puerto. Corremos
a pagar antes de las 12 y así adelantar el pedido, 3.347,5 euros más la mano
de obra. Dentro de lo malo, hemos tenido suerte de que fuera en un puerto como
Valencia y con Juanjo como guía y maestro mecánico.
De todos modos, habrá que esperar a que termine toda la operación, ya que
nuevos problemas pueden surgir tanto en la operación de desmontaje, como la de
instalación.
Por la tarde nos vamos a dar un paseo por el centro de la ciudad para
cambiar el ambiente del barco y despejarnos un poco.
MICHE
Diario de un principiante (6)
What a piece of work is man! !Qué obra de
arte es el hombre!
Esta frase de “Hair”, la ópera-rock de los sesenta, me ha venido a la cabeza
repetidamente estos días al contemplar el modo de afrontar las dificultades de
nuestro patrón.
Estos viajes son una realidad por la
voluntad de su diseñador y ejecutor, mi amigo Marce. Vaya por delante que
cuanto voy a decir admite la tacha de testigos por amistad manifiesta, pero es
la pura verdad.
Estamos en Valencia, en una parada técnica en la que, entre
otras cosas, se ha hecho necesario afrontar la reparación del control “avante-atrás”
del motor. Su mal funcionamiento puede aparecer en cualquier momento, y no
deseamos que suceda en un caso crítico, cuando la hélice es el único freno de
que dispone el barco.
Cambiar lo que llamamos “caja de cambios” no es
asunto baladí. Hay que adquirir el repuesto, conseguir que lo instalen, pagarlo
y probarlo. En ello estamos; mejor dicho, está Marce, movilizando Roma con
Santiago, apretando los dientes para conseguir que todo se haga en tres días.
Los tripulantes no estamos desocupados; atendemos pequeñas reparaciones y
aprovisionamientos, pero tenemos tiempo
de dar paseos, ir a la playa y continuar disfrutando del espléndido clima
mediterráneo de estos días. Nuestro patrón lleva el sólo la responsabilidad de
que podamos continuar viaje, en alguna de las alternativas posibles que de vez
en cuando nos comenta.
Con todo, en los momentos de vida
comunitaria, señaladamente las cenas, es el más animado. Tiene comprometida con
la avería su voluntad, no su humor. Es el primero en ofrecer iniciativas para
aprovechar el tiempo, y el último en sentirse decaído. El viaje es su obra y a
él le corresponde hacer que salga bien. Diría que se siente consciente de que
el grupo descansa en él, y quiere imprimirle una dinámica positiva.
Realmente, la tenemos. Aunque no
sepamos cómo y cuándo saldremos, la parada en Valencia es una delicia. Con buen
tiempo, una hermosa costa sin las apreturas del verano, y una ciudad acogedora
a nuestra disposición, no podemos pedir más.
Nos hemos echado unas risas con
algunas anécdotas triviales de esta Marina e incluso hemos tenido invitados a
cenar en el barco: un tripulante veterano del Raw Praw no sólo nos está
ayudando a salir de apuros, sino ha venido a cenar con su mujer e hija. La
comunidad de esta “gambita” confirma su existencia y unión.
Bueno, de momento “donde está
Marcelino” dirá que en Valencia. Pero muy pronto el impulso que creó esa
aplicación volverá a actuar y la respuesta será otra: en el Mediterráneo, rumbo
al nordeste.
MARJO
Parece que todo se va solucionando. El nuevo wáter está instalado y ahora
todo el mundo está esperando a su inauguración!! Pero esto no va a comanda, así
que hay que esperar el momento propicio!! Ya os contaré!!
De todas formas la
parada en Valencia nos ha venido bien ya que hemos aprovechado para hacer
limpieza de armarios las mujeres y ordenando las bolsas de herramientas los
hombres y algunas cosas más. También la caja de cambios va por buen camino o
eso al menos esperamos. El tiempo es maravilloso, sol con una ligera brisa.
Estamos esperando a Juanjo que como siempre ha resultado imprescindible en
el barco para que nos lleve en su coche al centro para dar una vuelta y así ver
Valencia de noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario