viernes, 29 de mayo de 2015

Fase-A - Día 12



Pensamos qué opción tomar, entre salir a las cuatro e ir directamente a Peñíscola o salir antes y fondear en algún sitio. Optamos por esta segunda.

Lamentablemente el MAXSEA se desconfigura, pero con las enseñanzas de Juanjo conseguimos corregirlo, o al menos eso parece.

Todas las pruebas se harán en el mar, confío no tener que volver.

A las 11 abandonamos este puerto tan magnífico en todos los sentidos.

Nada más salir del amarre, nos damos cuenta del empuje mucho mayor, no entra agua por la bocina; parece que todo funciona.

Para hacer la “inauguración” perfecta un viento de través nos propulsa suavemente sin motor y un sol suave nos permite asolearnos sin achicharrarnos ¡esto parece, al fin, navegación de placer! La “Marinera Sintry” asciende a timonel.



Este es el mail que mandaré a todos los tripulantes de este año:



Queridos amigos tripulantes del 2015:
Seguramente la mayoría de vosotros tendréis noticia del percance que nos ha retenido en el puerto de Valencia durante cinco días.

En el trayecto de Smir a Almería detectamos que la marcha avante, no entraba  bien, por lo que en Valencia decidía cambiarla por una nueva, lo que era más rápido y seguro que arreglar la vieja.

Para ello teníamos que tener una “doble suerte”

  • Que existiera en stok en España
  • Que hubiera un mecánico capacitado para desmontar una y montar la otra.

Afortunadamente conseguimos el premio gordo de esta lotería, aunque al final nos diéramos cuenta que “no es oro todo lo que reluce”. Al ir a montar la nueva nos dimos cuenta que la corona que acopla con el motor era mas grande que el nuestro. La chica se había equivocado en una letra. Otra vez se plantearon dos opciones: 
  • Enviar la caja de vuelta y esperar la correcta
  • Desmontar la corona de la vieja y ponerla en la nueva cambiando también unas bandas de rodadura.


Para no perder tiempo y al mecánico de vista, decidí la segunda, previa llamada al distribuidor para certificar que la garantía se mantenía.



Llevamos un par de horas de motor y parece que todo va correcto y que la hélice empuja más que antes. Por tanto parece que la reparación es correcta.



El mecánico arregló la alimentación de combustible, que cogía aire y se apagaba, tenía roto el decantador, que se puenteó.



Cambiamos el retrete de proa completo, incluyendo el interruptor y todas las tuberías, ahora “traga” que es una delicia.



Desmontamos todos los winches, ahora van suaves.



Se retimbraron las botellas, que ahora pueden ser recargadas en cualquier sitio.



Subimos a bordo el flamante AUXILIAR DEL RAW PRAWN, es un poco más largo que el anterior y con bordo más alto, os diré mis impresiones cuando naveguemos en él, pero a priori, iremos en él “algo” más cómodos que en el viejo. Ya no habrá dos tripulantes dedicados. Uno a hinchar y otro a achicar.



En definitiva, a pesar de los problemas que siempre vienen mal, han llegado en el mejor momento y en el mejor sitio. Como complemento importantísimo contamos con la ayuda de Juanjo, tanto en el aspecto técnico, como por ser local conocer sitios y personas y poner su coche a nuestra disposición.



Ahora navegamos hacia Aryns de Mar, donde espero llegar el día 1, para el 2 cambiar la veleta y otras reparaciones menores. Allí tendremos una cena con todos los barceloneses que quieran más Josu y Maite que vienen de Bilbao. Si alguien quiere apuntarse, que se ponga en contacto con Mariá.



Como veis el viaje sigue su curso y al igual que otros años, confío en llegar puntual a todos los relevos, pero eso depende de la mano caprichosa de los dioses, que gustan jugar con los humanos.



Todo lo que acontece se va publicando en el BLOG, CUADERNO DE BITÁCORA.



Con mis mejores deseos, recibir un fuerte abrazo de vuestro amigo y patrón Marcelino.




Aprovechando la bonanza, Sintry y Miche se hacen unas fotos “PESCANOVA” para bromas con su familia.


 















Hemos seguido a pura vela hasta las 18 horas, en que amaina y tenemos que poner también el motor. Intentaremos ir al puerto de  Peñíscola, aunque de este modo, queda descartada la primera barbacoa de la temporada. A cambio veremos la ciudad con la luz del amanecer y podremos pasear por sus empinadas calles sin los visitantes sabatinos.



Cruzamos el meridiano  de Greenwich, y al atardecer las montañas se recortan sucesivamente las unas a las otras.


  

Y mis barquitos/recuerdos de tantos lugares visitados, navegan recordando sus lugares de origen. Vendrán otros a complementar la flota.



Llegamos al puerto de Peñíscola a las 12,30, amarramos en un buen lugar, nos hacemos la foto con el castillo del Papa Luna detrás y nos vamos a la cama. 
Mañana será la visita turística.



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