Después de ímprobos esfuerzos, al fin libramos las islas Hormigas que
prolongan el cabo formando una línea de peñascos declarados parque natural, por
lo que no se puede atravesar. El viento flojo pero siempre de frente, supongo
que llegaremos a Valencia a lo largo del domingo 24. Las 240 millas nos habrán
costado 72 horas, es decir algo más de 3 millas por hora en línea recta, aunque
nosotros recorreremos casi 400 millas sumando los bordos. Al amanecer parece
que cambia algo el viento y aumentamos velocidad. La atmósfera está diamantina.
Ahora amables visitantes de este blog, abusando de vuestra comprensión y
tolerancia, permitirme que entre en un tema, que aún por ser muy repetido y
natural, forma parte de esa intimidad personal, que muy pocas veces es objeto
de conversaciones, ni siquiera en el ámbito familiar –salvo enfermedad-. Se
trata de: ¿Cómo llamarlo? Pongámosle de momento el de DEPOSICIONES.
Resulta que al retrete de proa, se le estropeó el émbolo que permite
introducir agua de mar para “evacuar”
(otra acepción de deposición) el conjunto. Eso quiere decir que se podían hacer
“aguas menores” enjuagando después con una botellita que llenamos de agua de
mar en el grifo del fregadero. Para “aguas mayores” (otra palabra) utilizábamos
el retrete de popa. Esa solución funcionó perfectamente durante dos días a
plena satisfacción de los usuarios, que al ser eléctrico, presionando
simplemente con un botón, se procedía al vaciado total.
Más los caprichosos dioses, gustan de meter su mano incluso en aspectos tan
“mierdosos” dicho en “strictu sensu” (que se note que uno aprobó derecho romano
a la primera)- Total que la tan elogiada bomba, se le dio por no evacuar y en
consecuencia los… restos orgánicos se quedaron flotando como medusas marrones
al vaivén del barco. Menos mal que uno está preparado para “casi” todo y sin
tener que acudir al sistema de vasos comunicantes (una manguera, que
introducida en el líquido a trasvasar y mediante una vigorosa succión, se
orienta a otro recipiente más bajo) utilicé una bomba de achique manual (esa que
prestaba sus servicios en el dingui mientras navegaba para sacar el agua de su
interior).
La cubeta quedó despejada. Ahora había que solucionar el modo de deponer en
el futuro.
En mis primeras navegaciones, en un barco por sistema, se
utilizaba la bolsa de plástico. Consiste
en introducirla en la taza, procurando ajustarla bien a la tapa y proceder a…
¡bueno, digámoslo ya de una vez! CAGAR
en su interior, procediendo a cerrarla y depositarla en la bolsa común
que a tal efecto hay en cada retrete. Este sistema tiene la ventaja que no es
necesario tirar el papel en otra bolsa y que es bastante higiénico, aunque al
ser seis los depositantes, el volumen de mierda es creciente, menos mal que en
un día estaremos en Valencia, donde espero poder arreglar uno y cambiar el otro
y descargar las bolsas.
Como veis, aquí se comenta todo, a esta tripulación le ha tocado ésto a las
otras…, queda por ver que es lo que los caprichosos dioses nos tienen reservado.
Dejo el papel ¿en qué estaría pensando? a plumas más autorizadas que con su
visión personal y experiencias vividas, contribuirán a hacer de esta anécdota
casi una tesis doctoral en escatología ¿a qué queda bien la palabra? La cultura
es lo que tiene, hasta la mierda tiene un nombre que suena a conocimiento.
La mañana es “deleitosa” mar plana viento constante en “casi” buena
dirección, Miche aprovecha para hacer prácticas con el timón, su cara de
felicidad es bien elocuente.
Comemos un revuelto de habitas, con mojama y las
lentejas que sobraron de ayer. Buena música, sol, todo invita a una siesta.
Miche descubre que la bomba manual vuelve a funcionar “magia potagia” caprichos
del destino. Compraré la bomba y la tendré en espera que vuelva a fallar.
Por la tarde seguimos igual, disfrutando de ese mar, que a veces es hostil
y otras amable, pero que siempre está presente en nosotros, no en vano de allí
venimos. La sangre de los animales superiores, tiene una composición similar al
agua de mar, pues como en ella el sodio, el potasio y el calcio se hallan en
proporciones casi idénticas.
SINTRY
Todo fantástico y maravilloso, hemos pasados los cabos y sus
correspondientes golfos, eso si con gran esfuerzo y varias bordadas que te
dejan planchada (no bordada). Pero la vida “a bordo” es variada y variopinta,
siempre ocurre algo inesperado que hace de nuestro día a día sea un cúmulo de
sorpresas (algunas más gratas que otras). Ayer es uno de esos días en el que
hemos gozado a fondo de la vida que estamos viviendo estos días, no sólo por la
compañía, la experiencia de navegar en este maravilloso barco o por haber
podido realizar un viejo anhelo, sino porque el día fue en todo especial. La
noche perfecta, el barco casi no se movió y dormimos con “ruliños”.
Al poco de desayunar ¡zas¿, el carrete de la mini caña de pescar de Juan
Miguel se disparó, o sea se echó a correr solo y, tras el correspondiente tira
y afloja de la profundidad marina salió un bello atún de intenso azul como el
color del mar del que venía. En un momento la tranquila mañana se convirtió en
un ir y venir de cuchillos, sangre, olor a pescado fresco y, LO MAS IMPORTANTE,
COMO LO PREPARAMOS.
Un tartar al estilo patrón, y los lomos a la plancha con ensalada de
tomate, GENIAL. El día transcurría perfecto, pero ocurrió, venía avisando hacia
días, dos baños no significa dos wáteres (ni mucho menos), se han puesto de
acuerdo y primero uno y dos días después cayó el otro y… LA NUEVA EXPERIENCIA
(ahora escatológica y convivencial), hablar de “cómo resolver el problema de
cagar 6 personas procurando mantener la dignidad pero comentándolo con
naturalidad”.
Lo que se aprende en este barco supera en mucho a mis
expectativas. Realmente estoy inmersa en un experimento sociológico. En la vida
del día a día (esa vida común y aburrida que ocupa habitualmente nuestro
tiempo) no está bien visto ni es demasiado educado hablar de “tengo que ir a
cagar”, en nuestro barco es ya tema habitual.
Tras la charla del Patrón sobre
cual sería el nuevo procedimiento, bolsa de plástico con papel empapador y
aviso al personal, es ya normal avisar de cuáles son las intenciones personales
cuando vas al baño y la vida continua sin que nada altere el feliz devenir de
nuestros días, eso sí se acabó aquello de “POR FAVOR AL FINAL DE LA FAENA TIRE
DE LA CADENA”, esto aquí es innecesario.
Espero ansiosa la llegada a Valencia, si ocurre hasta nuestra arribada algo
de interés, os prometo que lo contaré.
MANOLO
Desde nuestra salida de
Almería seguimos luchando contra los elementos la primera noche para pasar cabo
de Gata, con viento en contra y una mar fuerte hasta que conseguimos pasarlo. La
segunda noche nos encaramos al de Palos y este después de nuestro bordo a la
altura de Cartagena, se nos dio mejor estando de guardia justo al paso del través
del faro y la chispa de las islas hormigas sobre las 04.00 desde donde ya se
puso rumbo directo al siguiente, amaneciendo un buen días con una navegación
excelente.
Miche quiere probar a llevar el timón sin el piloto automático para
disfrutar de la navegación.
MARJO
Estamos navegando por la costa Alicantina. Esta costa que conozco tan bién
por tierra pero apenas lo había visto desde el mar. Y como estamos
navegando!!!! Hay suficiente viento para que marcha bien y además esta vez NO
ES DE PROA. Así da gusto, un sol que nos calienta y nos morenea un poco y el
barco que apenas se mueve. Así firmo yo para el resto del viaje. Pero dice el
Patrón que hay que sufrir para poder disfrutar después de estos momentos tan
agradables. Con esto, uno se olvida que hay que hacer pi-pi en un cubo y po-po
en una bolsa de plástico (eso si negra, que no transparente!!)
Tengo ganas de pasar por Jávea, para que mi hermana y su marido que viven
allí nos puedan ver navegar, eso si con prismáticos ya que vamos lejos de la
costa.
Esta noche cenaremos espaguetis preparadas por Sintry y seguro que lo
podremos hacer afuera ya que anoche nos tuvimos que meter dentro por el inmenso
frío que hacía.
Con esta navegación disfruto, ojalá que sigue así.
ANDREA
Aquí de nuevo una vez más.
Parece mentira lo rápido Que se pasa
el tiempo, hace nada estaba navegando Túnez y Argelia con Bob, Marce Maite y
Josu y ya de nuevo metida en otra aventura.
Lo estamos pasando muy bien, claro que vale aclarar que he demorado mi
escritura debido a que en mis tiempos libres no hacía más que dormir para
reponer el sueño perdido con los días de parranda por Madrid, pero ya me estoy
poniendo a tiro. Solo faltan vientos leves de popa para sacar el spinaker y de
aventuras estamos completos.
En Valencia nos esperan algunas tareas y luego en Barcelona parece que la
Cena va a ser numerosa, Mariá ten cuidado no te distraigas, que entre los
veteranos eres uno de los que más ha navegado en el Raw Prawn pero ya te piso
los talones Jaja ¡!! Saludos a todos me voy a disfrutar del solcito con las
jefas de gallinero Marion y Sintry.
Saludos a Todos Andrea
MARCELINO
MARCELINO
Pasamos frente al peñasco
de Calpe, los acantilados de Moraria, y los cabos de La Nao, San Martín y San
Antonio que es derivación del Montgó, que termina en Denia. Lugares que tan
bien conozco.
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