Fase-H - Día 7

Último día del mes.
Llegamos al amanecer al puerto de Jávea, donde fondeamos cerca de la bocana. Ponemos a Chincho al agua y nos vamos a dar un paseo por el puerto y a comprar.
Las nubes matinales poco a poco se van disolviendo y queda un día limpio y caluroso. Nuestro barco queda enmarcado en la bahía que se extiende al pié del Montgó.
   

 

 

  
Resulta que son las fiestas patronales, que se celebran con toros a los que los mozos citan tratando de que se caigan al agua a ritmo de Paquito el Chocolatero y otras canciones similares que exhaltan a las masas. Este es un testimonio gráfico:
  

 

 

Después de tantas emociones, comemos y se impone una siesta reparadora, previa a dar un paseo y preparar una barbacoa.
Como siempre que planeamos una barbacoa, empieza a soplar viento, ponemos un cabo a un muerto ocasional que encuentro, a modo de refuerzo y esperamos que calme antes de encender el fuego.
Pero la naturaleza impone sus leyes y… desata una tormenta de esas que imponen, vientos de 30 nudos cambiantes, granizo. Tenemos que refugiarnos dentro, menos mal que antes eché un cabo a un “muerto” de circunstancias y el barco no se movió. Cenamos dentro contentos de que no hemos tenido que salir de emergencia. Ya se sabe, después de la tormenta viene la calma. Los festejos taurinos siguen a lo suyo.