Fase-H - Día 5

Ponemos a Chincho en el agua y nos vamos con intención de subir hasta el faro, pero… resulta que está prohibido, aprovechamos para hacer algunas fotos y volvemos.
   

 

El cielo está nublado, hay viento del E, por lo que no podemos entrar en la pequeña Jonc, seguimos aprovechando el viento para navegar a vela hasta Portinax
   

 

Fondeamos y nos vamos a comprar, aunque el nivel de productos es bastante escaso, todos los clientes de la zona vienen con “todo incluido” así que fuera del hotel solo compran “tonterías” sin embargo tienen hielo, que con un pollo asado  y una tortilla de patatas plastificados nos damos por satisfechos.
   

 

La vecina cala BENIRRAS está bien cerca, es la parte más montañosa y conservada de la isla. En el medio hay una piedra, por la que ciertos días del año se pone el sol. Hoy es luna llena y según se pone uno, sale la otra.

 

  
 

CLARISA

Querido diario esto es un decir porque te informo poco. Bueno hasta ahora todo lo que hemos visto y hecho ha sido estupendo. Despues de despedir a los amigos tanto los de tierra como los del Azabache salimos a navegar. Nos esperaban 70 millas y el viento a veces inesistente otras venía por donde no debía, así poco a poco y armados de paciencia llegamos por fin a TAGOMAGO . Solo con ver el fondeadero y el agua nos dimos por satisfechos y olvidamos las horassss pasadas con un movimiento narcotizante debido a la mar de fondo. Tras los baños y cabezadas de rigor llega la hora de la cena y de los cotilleos, genial el tema. Había un trasiego importante de zodiac potentes y jóvenes guay. Parecía que nos esperaba una fiesta con un pantalancito iluminado y focos que ascendían por la colina. Al cabo de un tiempo desaparecen todos y se apagan las luces, mosqueo grande y a la cama sin saber nada. Por la mañana desayuno y bajada de nuestro TXINTXO que nos acercó raudo, es un decir, los remeros hicieron lo que pudieron y desembarcamos en un pantalán digno de las mejores películas de BOND. Paso cortado y vuelta pero he aquí que Manolo nos cuenta que esta isla no pertenece al ejercito ni al gobierno es particular y los propietarios son Norma Dubal y consorte y por lo visto tienen un pequeño hotel para gente distinguida al que no pudimos acceder. Vuelta a nuestro hogar con una medusa adherida a mi pierna, gritos, los mios y ayuda por parte del doctor con chorretadas de vinagre y aportación del capi con producto caducado que surtió fecto. 

Seguiré otro día.