Al amanecer, después de una navegación nocturna, fondeamos
frente a las ruinas de Selinunte. Los chicos prefieren dar un paseo por el
pueblo e ir a la playa, por lo que solo Emilia y yo vamos a ver los templos.
Algunos se encuentran en fase de restauración, con andamios. Asombra el tamaño
de las columnas y de los capiteles, sobre todo cuando se tiene a una persona
como referencia.
En una tienda de regalos hago una foto a la famosa cerámica
de Caltagirone, aunque en este caso sea de color rojo, que nos es precisamente
el más usual.
Comemos en el barco, empezamos la mojama que hicimos este
año, a todos nos supo muy bien. Se oyen algunos truenos y vemos relámpagos,
cuando nos damos cuenta la tenemos encima, tiempo de sacar el toldo de fondeo y
poner la mayor con los tres rizos, por lo que pudiera pasar, al final cuatro
gotas, dos ráfagas de viento y solazo otra vez. Decidimos ir a MAZARA DEL
VALLO, para recoger a Pol que se
incorpora hoy.
Damos un paseo por el pueblo, mañana hay mercado de pescado,
veremos que encontramos. Alejandro prepara una carne y un risoto de setas que
están para chuparse los dedos. A las 11 recogemos a Pol en la playa, eso pone
fin a un largo día.
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