Finalmente en SARDINIA (ICHNUSA)
como la llamaban los griegos por tener forma de zapatilla. No fue fácil la
llegada, al subir el viento constantemente hasta los 28 nudos, menos mal que
llevábamos la trinqueta pequeña, pero la mayor iba entera, tuvimos que tomar
todos los rizos para poder controlar una inclinación que hacía que entrar agua
de mar por los lavabos y el fregadero hasta que cerré los grifos de fondo. Tal
vez tuviera algo que ver el extraño halo con final tornasolado que tenía el sol
con el viento repentino y violento que tuvimos.
Ayer, la tarde la pasamos
charlando en la bañera y tomando gin-tonics con la rica ginebra inglesa que
trajo Conchita.
Hoy amanece tranquilo,
seguramente iremos a Teulada para intentar alquilar un coche para el fin de semana
y recorrer algo la isla. Mientras tanto, divisamos la costa incontaminada por
construcciones masivas, un delfín enorme y solitario nos acompaña.
Llegados a Teulada nos recibe
nuestro amigo Efisio y su “gomone” con su habitual habilidad y diligencia,
amarramos sin problemas, pero… no hay coche de alquiler, hoy es “ferragosto” y
toda Italia está parada, lo malo es que mañana es domingo y tampoco podrá ser,
al menos iremos a comprar algo, ya que el tiempo parece malo y no se qué
podremos hacer. Compramos algo en el super del camping y Efisio nos regala una
canasta de higos. Todos se van a la playa por la tarde,
yo me conformo con ir a la ducha.
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