A primera hora de la mañana
llegamos a la marina de Siracusa, ponemos gas-oil. Viene la policía para
controlarnos, resulta que hace tres años Alejandro perdió su DNI, entonces
parece que el que tiene es falso, ya que mantiene el mismo número, hay que
explicarlo y finalmente tiene que ir a comisaría para hacer una declaración.
Todo termina bien, pero hemos perdido dos horas.
Mientras tanto hemos limpiado el
barco, repuesto agua. Vamos de compras y nos traen la comida al barco, sobre
todo el agua, que con este calor vuela.
Paseo por la ciudad, cena en un
sitio elegante y para los usos del país ajustado de precio. Un gin tonic “con
hielo” y a dormir bien calentitos por el calorón que hace.
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