Fase-G - Día 2

Amanece lloviznando, con esa luz que ilumina las canteras de “tufo” esa roca blanda con la que se construyeron las casas de las islas e incluso las de Palermo. También aparece el arco iris. 

 

Con viento norte de 25 nudos, vamos a Favignana. Nos garrea el ancla, ya que el fondo es de algas y se agarra mal, volvemos a fondearla de nuevo con éxito. En el dingui llevo a Eva, Luzmira y Nicolás que quieren subir al castillo, con el resto nos quedamos un rato en el barco, luego nos vamos a dar una vuelta por el pueblo y recoger a los expedicionarios. Vienen cansados, pero contentos. Comemos en el barco, siesta y salimos hacia Marettimo. Sigue el viento del norte. Decidimos partir hacia Cerdeña, lo que no se es si iremos hacia el sur o hacia el norte, dependerá del viento.

Una última mirada a Favignana. 

Al salir de la protección de la isla nos encontramos con el mar de fondo, no se si será mejor entrar en el puerto de Maretimo y pasar allí la noche fondeados, ¡¡¡veremos!!! Al final decidimos empezar el viaje a Cerdeña. Podemos ir solo a vela, aunque de vez en cuando vienen chubascos, que incrementan el viento, acompañados de rayos. Así pasamos la noche poniendo de vez en cuando el motor. Luna nueva, muchas estrellas, algunas fugaces. Juan y yo nos repartimos las guardias, él mas que yo, ya que está “hambriento” de barco.

LUZMIRA

Hola a todos, por primera vez estoy en esta travesía. Conocí a Marcelino el año pasado en Creta y aquí estoy acompañando al mundo.

Nos juntamos con Nico, Eva y Juan en Palermo el día 8 de agosto para estar un par de días allí. Conocimos unas cuantas cosas, entre ellas quatri canti y la plaza de la vergüenza…. Se entiende que es por los desnudos… El día 10 nos fuimos a Marsala donde estuvimos un día y también conocimos un poquito más. Por fin el día 11 hicimos nuestra llegada triunfal ….. encontramos a Marcelino esperándonos en el Lazzaretto difícil de pronunciar para los de habla hispana. Hoy nos fuimos ver el castillo en Favignana – una de las islas Egadas – fue una subida pesada, pero llegamos a nuestro castillito y quedamos súper conformes después de haber visto este castillo – que a pesar de estar en ruinas tiene su encanto – al bajar nos fuimos a la playa para refrescarnos hmmmm muy rico.