Tomamos un café y un vejete de origen español se nos pega y
da charleta. Visitamos la catedral, con un curioso cimborrio. Nos encontramos
con Mapi y Carlos. Vamos al mercado donde nos proveemos de ricas viandas, todos
juntos nos vamos al barco a dar una vuelta por los bellos paisajes, y con la
intención de visitar las islas de los monasterios y Perast.
Hace algo de viento pero eso no impide que con Chincho
visitemos los monasterios, no es nada excepcional, pero las vistas son “monas”
Luego nos vamos a
comer amarrados a una boya en Perast, luego damos un paseo por el pueblo y nos
subimos al campanario. El barco se recorta en el fondo montañoso.
Una vieja nos quiere vender unos manteles, la verdad es que
no pude resistirme a sus encantos… fotográficos.
Damos un último paseo, conseguimos cervezas frías y volvemos
al barco, para dirigirnos al fondeadero de Kotor, luego iremos al apartamento
de Mapi y Carlos para ducharnos y mandar la crónica, a la vuelta cena en el
barco y dormir pronto, ya que mañana tenemos que salir pronto, el viaje sigue…
Estos dos días en barco han sido fantásticos: la
tripulación, la comida: Josu nos ha preparado una setas que parecían de Ferrán
Adriá, la bebida… ¡qué bien sienta la cerveza fría!
Gracias a Emilia, Maite, Josu, Carlos y Julia por esta
estupenda acogida.
Además, el paisaje desde el agua es espectacular.
CARLES
De los quince días que pasaremos en Montenegro, seguro que
estos serán los que recordaré más. No solo por la bahía de Kotor y sus
preciosos pueblecitos, sino especialmente por la acogida entrañable del capitán
del barco y su tripulación.
Ha estat una manera diferent de viatjar, més pausada i
relaxada, gaudint del paisatge i la conversació, aprenent termes mariners,
compartint menjar i beure. Això són vacances!
No hay comentarios:
Publicar un comentario