A las cinco de la mañana levamos
anclas con destino a PORTICI, que es el puerto más cercano a HERCULANO, lugar
que pretendemos visitar. A las cinco de la mañana nos ponemos en marcha. Vemos amanecer con el Vesubio al fondo. A las
ocho llegamos a PORTICI, amarramos en un puerto vacío y nos vamos en autobús a
HERCULANO.
Es una
ciudad enterrada bajo una capa de lodo de más de 15 metros, que se ha
convertido en piedra. Recorremos sus calles, entramos en sus casas. En
cualquier momento esperamos ver aparecer a sus habitantes que vienen a pedirnos
explicaciones de lo que estamos haciendo.
Una vez recorrida, empiezan a llegar hordas de turistas, es hora de marcharse. Reservamos un autobús que nos lleve al VESUBIO, ese volcán que tanto influyó en todo la zona. Una vez arriba, paseamos por un camino hasta el extremo posible, admiramos su cráter, de paredes vertiginosas, en un entorno de retamas en flor que exhalan un olor embriagador. Desde arriba, vemos a nuestro barquito solitario en el puerto.
Volvemos al barco y según
llegamos quitamos amarras y nos vamos hacia SORRENTO, comemos sobre la marcha.
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