Fase-E - Día 11

El canto de los gallos me despierta. Me levanto pronto con esa luz que lo baña todo de color dorado, que se mezcla con el verde/marrón de la tierra y el azul/verde del mar. Unas cabras -tal vez una que lo hace por última vez- pastan entre las piedras. El barco se integra en el paisaje ¡tan esencial todo! .
La tripulación duerme, acumula fuerzas para un día que promete ser largo y fascinante.

 

 

Después del desayuno, visitamos el castillo de Alí Tebelen el bajá de Ioanina en el Epiro, tenía un harem de 400 mujeres, los turcos terminaron asesinándolo por sus delirios. Luego fue prisión con los italianos y con el dictador Enver Hoxcha se convirtió en un centro militar, en los alrededores un túnel de más de un km. atraviesa la montaña como refugio de submarinos.

 

 

Finalmente no pudo ser. Es decir el coche del amigo de Clarko se estropeó y no valía la pena emplear el día haciendo seis horas de carretera para ver todo corriendo. Nos tomamos un día de relax, baño, siestas, leer. Adelantamos la cena y partiremos de madrugada a Sarandé, desde allí esperamos que nos sea más fácil poder hacer lo que pretendemos.

 

 

Unos gintonics previos La cena fue pantagruélica, menos mal que se incorporaron la pareja de austríacos. ¡Por fin apareció la cabrita de Dani! Nada menos que en Albania, estaba deliciosa, aunque tal vez, demasiado hecha.