Hoy pondremos combustible, de modo
que los depósitos queden llenos y no haya condensaciones. Después sacaremos el
barco del agua y se quedará en seco.
El
capitán abandona el barco por última vez estando en el agua
Tengo varias entrevistas con
mecánicos para que arreglen las averías pendientes mientras esté en tierra. En
febrero volveré para ponerlo en el agua y allí proceder al mantenimiento del motor y del generador.
De Smir sigo sin tener respuesta a
mis peticiones para saber las condiciones que tendría de haber ido allí,
verdaderamente son impresentables, me alegro de haber salido de su órbita.
Estamos junto a la zona de pescadores
que ocupaban el lugar antes de que se construyera el puerto, ellos serán
nuestros vecinos. También estamos junto a la zona comercial, cuya puerta de
entrada es esta, son dos caras de la misma moneda
La conexión eléctrica necesita de un
adaptador, tenemos que ir a la ciudad para comprar lo necesario para poder
hacerlo. Este es el aspecto de la Medina.
En cuanto tenemos lo necesario,
volvemos al puerto. Cenamos en un restaurante del que nos hemos hecho
habituales, no tienen nada excepcional, pero cervezas a buen precio y algún
pescadito menor, son suficientes.
La ciudad está situada
frente a la frontera argelina, en algunos puntos las dos carreteras están
situadas a menos de 50 metros, la alambrada por el medio, la gente viene a
saludarse y charlar desde ambos lados ya que no hay paso fronterizo. Sin
embargo la permeabilidad para los contrabandistas de combustible es total, hay
numeras “gasolineras” como ésta.
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